B. ROSELLÓ
El departamento de Ciencias del Mar y Biología Aplicada de la Universidad de Alicante, responsable de realizar el informe de impacto ambiental del puerto deportivo de es Viver para el Ayuntamiento de Eivissa, asegura que la construcción de esta infraestructura reducirá el intercambio de aguas «y una situación de enfangamiento en las playas colindantes con el puerto», lo que producirá una reducción de la calidad del agua y una pérdida de la potencialidad turística de la zona. Asimismo, resalta que las modificaciones en la dinámica litoral lleva asociado un cierto grado de contaminación química, orgánica y bacteriana y «acabará afectando a las zonas costeras colindantes». El estudio resalta la correspondiente al vertido en la zona portuaria de aguas residuales procedentes de las embarcaciones y del mismo puerto, además de la contaminación resultado de la escasa circulación, produciéndose un almacenamiento de materia orgánica en un recinto semicerrado: «Además de las perturbaciones sobre los organismos, uno de los principales efectos de un dragado es la alteración de la topografía del fondo, pudiendo producir cambios significativos en el medio físico».

Por otro lado, la Universidad de Alicante critica que el estudio presentado por los promotores «subestima los impactos ambientales, tanto en las superficies de pradera que serán afectadas como en los impactos sobre otras especies protegidas de interés ambiental presentes en la zona y que ni siquiera menciona». Por todo ello, califican los impactos de la construcción del puerto deportivo de «críticos e irreversibles sobre el ecosistema y las comunidades marinas y hábitats protegidos por la legislación». Según el estudio de la Universidad de Alicante, las praderas de posidonia ubicadas en la zona de estudio presentan «un excelente estado de conservación, con una complejidad estructural muy elevada por su alta densidad y cobertura y con la presencia de formaciones extraordinarias». Este estudio ha servido al Ayuntamiento de Eivissa para presentar sus alegaciones a la construcción del puerto deportivo de es Viver, plazo que finaliza hoy.

En este sentido, el estudio de impacto ambiental indica que la propuesta de construcción afectará a casi 50 hectáreas de pradera de posidonia y al arrecife barrera existente en el entorno de la isla de ses Rates, según el mismo documento, resaltando que «esos monumentos submarinos son extremadamente raros y vulnerables en todo el Mediterráneo». En este sentido, el informe resalta que la superficie de la posidonia afecta es cuatro veces mayor que la indicada por los promotores del proyecto del puerto deportivo.