Matas y Antich sellaban con un apretón de manos el acuerdo. Foto: J.TORRES

El pleno del Parlament aprobó ayer la reforma del Estatut con los votos de PP, PSOE y Unió Mallorquina, y el rechazo de Esquerra Unida-Els Verds y PSM. El acuerdo se produjo después de que el president del Govern, Jaume Matas, reclamase un «ejercicio de responsabilidad» para aprobar un texto que, posteriormente, podrá ser negociado durante su tramitación en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, Matas dejó claro que la negociación cuando llegue a las Cortes deberá hacerse con él y no con el PP-nacional. Será Matas quien defienda la propuesta en el Congreso, junto con Francina Armengol, del PSOE, y Miquel Nadal, de UM. Tras el debate inicial, Armengol pidió un receso de una hora y media para conseguir pactar los flecos pendientes entre PP y PSOE. A primera hora de la tarde, Jaume Matas comparecía junto a Francesc Antich, secretario general del PSOE, para anunciar el acuerdo que permitía aprobar la reforma del Estatut con el máximo consenso. Matas y Antich sellaban con un apretón de mano un pacto que se produjo en el último momento, bajo la amenaza de retirar la reforma estatutaria durante el debate parlamentario.

De hecho, Matas llegó al último trámite de la modificación del Estatut con una estrategia que muy pocos conocían. El «plan B» de Matas consistía en aprobar sólo con los votos de PP y UM la reforma del Estatut. De esta manera, Matas pretendía forzar al PSOE a que se sumase a la propuesta. El president sabía que PSM y EU-Els Verds no aceptarían la reforma en los términos que él defendía. Antich aguardaba en el nuevo edificio del Parlament los acontecimientos que se desarrollaban durante el debate parlamentario. Tras la intervención de Matas en la tribuna, Armengol pedía tiempo para recuperar el acuerdo alcanzado el jueves, que se desbarató con la propuesta sobre el catalán que defendía Antich y que rechazó Matas de forma categórica.

El acuerdo contempla la creación del Consell de Formentera después de las elecciones sin necesidad de que se regule un período transitorio. También se incluirá en el Estatut la propuesta que compromete al Estado a invertir 3.000 millones en Balears en los próximos diez años, aunque Matas acepta que este artículo pueda ser modificado en el Congreso de los Diputados. Matas renuncia a que el Estatut incluya alguna referencia al nuevo Régimen Especial de Balears, tal y como defendía Antich. A cambio, el PSOE acepta la inclusión de la «cláusula Matas» para conseguir los mismos beneficios que Canarias en materia de insularidad. El Estatut no modificará el artículo sobre la lengua. Matas agradeció el «compromiso de que la tramitación en el Congreso y en el Senado se hará desde la base de la voluntad de consenso y de acuerdo entre las principales fuerzas políticas». El president destacó que las renuncias de todos los grupos ha sido claves a la hora de alcanzar un acuerdo.