La concejalía de Bienestar Social reconoce que la falta de rotación de casos debido a que se producen pocas bajas y la necesidad de ampliar el servicio en los casos de alta a causa de la pérdida progresiva de autonomía motivaron el año pasado que se produjese una lista de espera significativa para acceder a este servicio, que pretende mejorar la calidad de vida de las personas con dificultades en su autonomía y la de sus familias, además de retrasar o prevenir su posible internamiento facilitando que puedan seguir viviendo en sus casas.
El año pasado las unidades de trabajo social de Eixample, Ponent y sa Miranda prestaron este servicio en 69 domicilios, lo que representa un total de 84 personas beneficiarias. La media de edad fue de 64 años. En total, la memoria de 2005 resalta que se prestaron a lo largo del año 8.702 horas de servicio. La media de horas recibidas en cada hogar fue de casi tres horas semanales.
El balance de 2005 recoge 16 bajas: 11 por defunciones, cuatro por renuncia voluntaria y una por ingreso en una residencia.
Los destinatarios prioritarios de este servicio son las personas mayores con dificultades de autonomía personal, las personas con discapacidades definitivas o temporales que afecten también a su autonomía y las familias o núcleos de convivencia con relaciones conflictivas, desestructuradas o con menores en situaciones de riesgo psicosocial.
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