M.A.
Los operarios trabajan a marchas forzadas para tratar de acabar cuanto antes las obras de remodelación del casco urbano de Sant Antoni, pero ni vecinos ni comerciantes de la zona confían en que los trabajos estén terminados para el lunes día 15, como apuntó hace unas semanas el alcalde, José Sala. «Lo veo muy negro, esto no está ni para la próxima semana ni para la siguiente», aseguraba ayer la propietaria de una cafetería de la calle Antoni Riquer. Sólo hay que darse una vuelta por ésta o por cualquiera de las otras cinco vías que se están reformando para comprobar que estos malos augurios tienen razón de ser. De hecho, el propio Consistorio reconoce que las obras se están retrasando. El concejal de Obras, Juan Riera, afirmó ayer que «han aparecido más dificultades de las previstas inicialmente y como mínimo una semana más se van a retrasar». «Hay que tener en cuenta que la semana pasada volvimos a perder tres días de trabajo a causa de las lluvias», puntualizó. El edil detalló que en algunos casos los trabajos están bastantes avanzados, como en la calle Antoni Riquer, donde «está previsto que la semana que viene asfalten», mientras que «las otras se están pavimentando a buen ritmo pero quedarán flecos importantes para el día 15». En vista de la demora, Riera no se atrevió a dar nuevas fechas para abrir al tráfico estas vías. Mientras, muchos vecinos se manifiestan «indignados» con las molestias de las obras y los comerciantes de la zona se quejan de la pérdida de clientela. El propietario de un ultramarinos en la calle Ample recuerda con resignación «que el año que viene nos tocará sufrir de nuevo» con la reforma de otras seis calles.