Pere Rotger reunió a los ponentes del Estatut antes del pleno.

El diputado de Unió Mallorquina, Miquel Nadal, abrió el largo debate y señaló que la reforma del Estatut podía considerarse «una propuesta de todos». Acto seguido, Francina Armengol criticó al PP por «registrar un texto sin acuerdo». «No hemos de ser más que nadie ni menos que nadie, pero el PP se niega a que Balears tenga mayores competencias», acusó Armengol. Desde el PP, su portavoz, Joan Huguet, calificó de «injusto que se pueda decir que todo lo bueno del texto es mérito del PSOE y todo lo malo, del PP». «Creo que hemos ido por el camino de la moderación», subrayó el portavoz parlamentario popular. Desde Esquerra Unida-Els Verds, su portavoz, Miquel Rosselló, dijo que durante la tramitación de la reforma estatutaria «se había producido un paso adelante y otro atrás del PP». Rosselló planteó la necesidad de que el nuevo texto sirva para que Balears «tenga mayores cuotas de autogobierno».

El diputado del PSM Eduard Riudavets anunció que su grupo «no podrá trabas a la tramitación del texto, pero no lo queremos avalar por coherencia política e ideológica». Riudavets señaló que las mayores discrepancias con el actual texto están relacionadas con la necesidad de equiparar en rango de coficialidad el catalán y el castellano.

El Govern, a través de la vicepresidenta, Rosa Estaràs, quiso intervenir en el debate para fijar la postura del Ejecutivo. Estaràs calificó la reforma del Estatut de «histórica» y anunció que había «llegado la hora de afrontar nuevos retos». Ante las críticas vertidas por Armengol, la vicepresidenta del Govern pidió a la portavoz socialista que se dejase «de enfados y de palabras agresivas». Además, Estaràs instó a Armengol a no perder «la oportunidad de ir juntos en este camino histórico». La vicepresidenta del Govern también advirtió que su grupo parlamentario no permitiría que se tutelase la puesta en funcionamiento del Consell Insular de Formentera. Al concluir su intervención, Estaràs reivindicó un acuerdo «para exigir que el texto que se apruebe en el Parlament sea respetado en el Congreso y en el Senado». Ante esta reto planteado por Estaràs, Armengol contestó: «Somos conscientes de la responsabilidad que tenemos y no queremos poner ninguna traba, pero reclamamos un Estatut ambicioso para que sea aprobado en el Congreso. En Madrid la reforma tendrá nuestro apoyo».