Los alumnos y profesores del IES Sant Agustí, con sus bicicletas alquiladas, posan delante de la puerta de Brandemburgo.

Es el primer grupo del instituto en hacer un viaje de estudios fuera de España y la experiencia tanto para ellos como para sus profesores «será inolvidable». Así lo aseguró Josep Umbert, profesor de la asignatura de alemán e impulsor de esta clase magistral que vivieron 10 adolescentes de 14 y 15 años, justo antes de Semana Santa.

La aventura comenzó el 8 de abril y se extendió por cinco días de aprendizaje diario en los que debieron desenvolverse en diferentes situaciones comunicativas y lingüísticas, no sólo para practicar el idioma de la asignatura, sino también para conocer la historia alemana y profundizar en su cultura.

«Fue un viaje que les ha ayudado a ganar en conocimientos y responsabilidad», destacó Umbert acerca de esta experiencia que profesores, acompañantes y alumnos vivieron a bordo de bicicletas alquiladas que les permitieron recorrer la ciudad por los carriles bici que la atraviesan, el mejor medio de transporte para conocerla bien de cerca.

Y, aunque la aventura no empezó con buen pie debido a cinco horas de retraso en el aeropuerto de Eivissa, el grupo hizo todo lo posible para recuperar el tiempo perdido y ver todo lo que estaba programado: «Vimos el Reichstag que es el parlamento alemán, la puerta de Brandemburgo, la Umboldt-Universität, la Ópera de Berlín y el Olympiastadion, que es el estadio que albergará la final del Mundial de fútbol de 2006», enumeró el profesor, como una pequeña parte de la larga lista de museos, edificios emblemáticos, parajes naturales y castillos que los jóvenes conocieron en su breve estancia.

Pero la experiencia no terminó allí, ya que además, pudieron saber cómo es dormir en un albergue juvenil con gente de diferentes lugares, idiomas y edades.

«Lo más sorprendente y que maravilló a los berlineses fue como, sin ni siquiera decírselo, se quitaban las gorras y guardaban sepulcral silencio en monumentos y museos dedicados a las víctimas del Holocausto», destacó el profesor sobre el comportamiento de los alumnos que calificó de «un ejemplo de civismo y educación». L.A.