De esta manera, el GEN destaca, en la carta, que la delincuencia urbanística se está convirtiendo «en uno de los más importantes problemas de Balears», lo que supone una «real y grave» amenaza para el desarrollo económico colectivo y para el bienestar general: «Resulta evidente que dada la envergadura y gravedad de estas conductas criminales y su incidencia sobre los territorios insulares, los medios disponibles para perseguir este tipo de delitos son claramente insuficientes». El GEN hace también referencia a la existencia hasta hace poco de dos fiscales en Balears, Adrián Salazar en Mallorca y Manuel Campoy en Eivissa. La reciente marcha de este último ha dejado a Salazar encargado de todos los asuntos de Balears, compaginándolos con el resto de su trabajo en la Fiscalía del Tribunal Superior: «Dada la gravedad de la situación y la extensión de este tipo de prácticas ilícitas, animadas por la impunidad existente, es obvia la urgencia de dotar de medios humanos y técnicos a la Fiscalía de delitos urbanísticos y contra el medio ambiente, con el fin de proceder a la investigación rigurosa e independiente de las tramas urbanísticas». Entre estas tramas, el GEN menciona el caso Cretu o la extracción de áridos ilegales en Formentera.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.