Hace algunos años en todas las casas de las Pitiüses se cocinaba por lo menos un flaó cuando llegaba la Semana Santa. La tradición perdura hasta hoy, porque todavía son muchas las familias que lo hacen, sobre todo en las zonas más rurales. «Es el dulce más típico de estas fechas», explica Pilar de la pastelería Vadell, que asegura que aunque ahora se haga durante todo el año, es en Pascua cuando sale más sabroso. «Ahora es cuando la hierbabuena es realmente buena, cuando las gallinas están más ponedoras y cuando el queso fresco es mejor», destaca esta veterana pastelera, que añade que antiguamente sólo se elaboraban desde el día de Sant Josep al de Sant Jordi.

Pero aunque la producción de este dulce se incremente de forma notable en estas fechas, no sólo de flaó vive la Semana Santa. Las costumbres importadas hace años que se llevan. Es el caso de las monas de chocolate, una costumbre muy típica en Cataluña, que también se venden a destajo en estas fechas desde hace ya muchos años. «Hacemos pasteles de chocolate y frutas, con la mona encima», explica Pilar, que añade que los huevos y los conejitos de chocolate tan habituales en estas fechas son comprados más por extranjeros que por españoles. «Hay muchos alemanes y franceses que los adquieren y que luego los esconden por el jardín para que los niños los encuentren. También pintan huevos duros».

C. R.