El pasado año hubo algunas reclamaciones sobre los kioscos de playa de Formentera porque en algunos de ellos se manipulaban alimentos y daban comida cuando no lo pueden hacer y por ello se precintaron las cocinas de tres de ellos. Ayer el concejal de Turismo, Cándido Valladolid, se reunió con los representantes de los kiosqueros para informarles de que esta temporada se van a extremar las medidas de control para que los establecimientos, las concesiones temporales de playa, no infrinjan la normativa. Sólo podrán ofrecer productos envasados, alimentos precocinados, bocadillos preparados pero siempre por empresas con registro para la elaboración de los mismos ya que en los kioskos no se podrá, bajo ningún concepto, manipular alimentos, de la misma manera que no se podrán servir bebidas en vasos de cristal por no disponer de agua para su limpieza.

«Para evitar problemas y antes de empezar la temporada he querido -dijo Valladolid-, tener una reunión con ellos en la que han estado presentes el veterinario de la isla como persona responsable de expender el carnet de manipulador de alimentos, Llorenç Córdoba, el conseller de Medi Ambient, Pep Mayans, el celador de Costas, Joan Güell, y yo mismo que les he intentando hacer comprender que deben cumplir la normativa a rajatabla y que se limiten a dar el servicio al que están autorizados».

Cualquier kiosco que quiera dar comida y manipular alimentos en cuanto llegue la denuncia del técnico correspondiente y se compruebe que no cumplen la ley, se les retirará de inmediato la concesión y según Valladolid «ellos saben perfectamente la situación pero era preciso recordárselo antes de que empiece la temporada aunque se quejan de que quisieran tener baños, servicios y agua pero que no se les ha autorizado y sin agua ni baños es evidente que no pueden manipular alimentos en sus kioscos».