El empresario Abel Matutes no descarta aprovechar la red de riego
con fines agrícolas que financiará el Gobierno central, con un
presupuesto de 2,6 millones de euros, para regar el campo de golf
previsto en Platja d'en Bossa. El convenio de la comunidad de
regantes de Can Bossa, de la que la familia Matutes, a través de la
empresa Doliga, forma parte con el 60 por ciento de la superficie
regable, establece que el uso del agua debe ser «única y
exclusivamente para el riego agrícola». Dicho convenio, formalizado
en mayo de 2003, tampoco contempla explícitamente el riego de
ningún campo de golf. «Se debe dar prioridad al riego agrícola y la
que tenga que ir al mar se podría aprovechar. Me parece una cosa
sensata», aseguró ayer a este periódico el empresario Abel
Matutes.
No obstante, Matutes aseguró que no quiere entrar en este debate
por este asunto, destacando por encima de todo que él desconocía
que parte de sus terrenos de Platja d'en Bossa formaran parte de
esta comunidad de regantes hasta hace dos semanas, en concreto el
día 10, cuando el Consejo de Ministros aprobó vía Real Decreto la
financiación de éste y otros proyectos para Balears y un periodista
le llamó para responder a la denuncia formulada por el Grup
d'Estudis de la Naturalesa (GEN). «Un encargado se dedica a los
temas de agricultura que toma decisiones sin previa consulta»,
justificó. «Cuando el día 10 me preguntaron por este asunto dije
que ninguna empresa formaba parte de esta comunidad de regantes
porque lo desconocía», indicó Matutes, quien apuntó que cuando se
formalizó dicha comunidad de regantes no estaba previsto el campo
de golf, tal y como consta en sus estatutos, aparte de que ya
disponían de una depuradora propia: «Hasta este momento no había
ninguna previsión porque teníamos nuestra propia depuradora».
El empresario subrayó que la reutilización del agua depurada
para riego, en vez de tirarla al mar, «evita la contaminación de
las aguas y contribuye a la recuperación de los acuíferos». La
comunidad de regantes de Can Bossa, tal y como está constituida
actualmente, no permite el uso del agua para un golf, por lo que
Matutes se desmarca de cualquier intento de sacar provecho de esta
red de riego, aunque, una vez en marcha, no descarta aprovechar
parte del caudal sobrante. «Si esta agua es buena y porque tiene
que acabar en el mar nos la ofrecen, la aprovecharíamos, dando
siempre prioridad al riego agrícola», indicó el empresario. La
comunidad de regantes está formada por 15 propietarios y prevé el
uso del agua para el riego de forrajes.
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