La aparición de medio centenar de tórtolas turcas muertas en una
finca de un pagès en Portinatx puso en aviso a los técnicos
medioambientales ante el riesgo de que pudiera ser grive aviar. Los
análisis de las muestras recogidas remitidas al laboratorio de
referencia en Algete (Madrid) descartaron que se tratara de la
gripe aviar y todo apunta a que se trata de una enfermedad exótica
denominada 'Newcastle, que es muy contagiosa pero no se transmite
de aves a personas, según confirmaron ayer fuentes de la
Conselleria de Medi Ambient.
Las aves muertas aparecieron de forma progresiva en la finca de
es Amunts la semana pasada. El propietario las enterró y comunicó
el hallazgo a los agentes medioambientales.
Tras el aviso se puso en marcha el dispositivo de protocolo de
gripe aviar y los agentes de la Conselleria de Medi Ambient del
Govern se desplazaron a la finca provistos de guantes y mascarillas
para recoger las muestras de los animales, que fueron enviadas al
laboratorio de referencia en Algete.
Todo apunta a que las aves salvajes estaban afectadas por la
Enfermedad Éxotica de 'Newcastle' (END), de origen viral y que es
muy contagiosa. Sin embargo, desde Medi Ambient se asegura que esta
enfermedad no se transmite de aves a personas. El hallazgo de estas
aves lo que ha revelado es la existencia de un brote veterinario
por la END y que se tomen las medidas oportunas en este caso.
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