En La Consolación los niños tuvieron que realizar el desfile dentro del centro.Fotos: C. LAFONT

Luis fue ayer por un día Luisa. Desafiando la lluvia y las bajas temperaturas este alumno del colegio Poeta Villangómez se colocó relleno para tener tetas, faldita corta, medias de color y una camiseta de tirantes muy sensual. Fue uno de los muchos chavales que se disfrazaron para festejar el jueves lardero en los colegios, una celebración deslucida por la abundante lluvia que cayó durante todo el día, que obligó a cambiar los planes iniciales. Por ejemplo en el colegio de La Consolación los niños no pudieron salir al exterior y tuvieron que desfilar por el claustro. Allí se dio de merendar bizcocho a brujas, hadas, sirenitas y a algún que otro harry potter, además de a muchos spidermans.

También en Sa Bodega hubo disfraces. Los padres organizaron una fiesta para recaudar fondos con el fin de que los chicos de sexto puedan ir de viaje de fin de curso. Cada uno debía traer algo dulce y algo salado, que luego se vendía a 1 euro. «Lástima el tiempo, porque al principio queríamos hacerlo fuera», explicaba ayer un padre. De todas formas reinó el buen humor y la música latina caldeó el ambiente.

En el Poeta Villangómez también recaudaron fondos con tortillas y cocas que tuvieron que trasladar rápidamente al interior. C. R.