Medio centenar de vecinos de Jesús aproximadamente se concentraron ayer por segunda vez en la plaza de la iglesia para protestar por las dos antenas ilegales situadas en la entrada del pueblo que llevan casi 10 años funcionando sin autorización alguna. El Ayuntamiento de Santa Eulària acordó el pasado 21 de diciembre en comisión de gobierno denegar el permiso de legalización de una de la dos antenas propiedad de Retevisión Móvil (la otra es de Telefónica).

Jesús Navarro, vecino y abogado de los afectados, apuntó que el Consistorio también ha abierto un expediente de sanción, pero aseguró que esta medida no sirve de nada mientras no se «ordene la paralización de la actividad». «Lo primero que se hace cuando se abre un expediente a una obra ilegal es ordenar su paralización, algo que no se ha hecho en este caso», dijo.

El abogado de los afectados indicó, además, que el Ayuntamiento, en cumplimiento de la ley balear de actividades insalubres, nocivas, molestas y peligrosas, tiene «la obligación de forzar su paralización». «Sólo pedimos que se cumpla la ley», señaló Navarro, al tiempo que apuntó que la ley concede un plazo de cinco días al afectado (el operador de telefonía) para presentar alegaciones y que, luego, la administración tiene 48 horas para ordenar a la compañía eléctrica y de servicio de agua que corten el suministro. «Se puede paralizar la actividad cortando el suministro de luz», indicó. Sobre la legalización de las antenas, Navarro recordó que el Ayuntamiento califica estas instalaciones como «molestas y peligrosas» y que los edificios donde están instaladas sólo tienen uso para vivienda. «No se pueden legalizar», subrayó.

Por su parte, los vecinos concentrados ayer en la plaza de Jesús insistieron ayer en que las emisiones de las antenas les están causando problemas de salud. Rosa, una joven de 26 años, recordaba que en dos años le han salido dos tumores, a pesar de que en su familia no hay antecedentes similares. Otros vecinos apuntan que tienen cefaleas y que sienten una especie de pitido en la cabeza. Los vecinos repartieron un dossier del estudio de un ingeniero industrial catalán que afirma que las antenas son nocivas para la salud.