Un monte de Sant Mateu que en junio pasado fue pasto de las
llamas sirvió ayer para enseñar a los niños de cuarto de primaria
del colegio de Can Misses cómo se reforesta un bosque. En la
hectárea que se quemó entonces los pequeños, tras las instrucciones
previas de los agentes medioambientales, plantaron coscoja,
conocido como coscol aquí en Eivissa, que es un matorral del mismo
género que la encina que puede alcanzar los 5 metros de altura, y
semillas de pino.
Esta jornada de reforestación, en la que participaron 46 niños
en Eivissa, se celebró simultáneamente en todas las islas con el
fin de «acercar el mundo forestal a la ciudadanía y sensibilizarla
sobre los riesgos que la amenazan». El gerente del Institut Balear
de la Natura (Ibanat), Miguel Sintes, destacó que, de esta forma,
además de concienciar a los escolares, se demuestra «que la
conselleria está pendiente de repoblar los espacios que han sufrido
incendios para mantener la superficie arbolada de las islas».
Una actividad que los niños acogieron con gran entusiasmo. Uno
de ellos, Alberto, incluso vino con una botella de agua y una
bolsita de turba para regar y abonar el terreno. Menos experiencia
en el tema tenían Elena, María, Clara y Mónica, que siempre van
juntas a todas partes y que no tenían muy claro qué tipo de tierra
tenían que poner primero.
Los niños, armados con pequeñas palas, picos y cubos, debían
plantar coscoja por toda la superficie plana del bosque quemado.
«Se trata de un arbusto noble, que crea buen suelo y que resiste
bien el fuego», explicaba ayer el agente de medio ambiente Andrés
Galera. La semilla de pino, en cambio, se reservó para una zona más
escarpada, porque «aguanta peores condiciones». Además, en los
lugares con pendiente es más fácil que las semillas de
reforestación natural desaparezcan por el agua. La plantación se
realizó ayer después de un trabajo previo que había realizado el
personal de la conselleria de Medio Ambiente para limpiar el bosque
y colocar diques en el terreno con pendiente.
Los resultados de la reforestación que realizaron ayer los niños
-estaba previsto plantar 100 semillas de pino y 36 coscojas- se
podrá apreciar el año que viene. De hecho las maestras que ayer
acompañaban a los niños proponían volver dentro de un tiempo para
ver cómo ha quedado. Y es que se trata de una actividad que los
alumnos agradecen especialmente. Según Juana María Jordán, maestra
de Can Misses, los pequeños estaban ayer muy motivados. «Han
disfrutado muchísimo, han estado muy atentos a las explicaciones y
además ya lo habíamos explicado todo anteriormente en clase.
Después también haremos una memoria de la actividad en clase»,
añade.
C. Roig.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.