Lo que está claro es que ayer la gente de Sant Antoni se echó a la calle como nunca. Por la mañana con la llegada de David Meca y por la tarde con la de los Reyes Magos, que sacaron a miles de personas al Passeig de ses Fonts. Se hicieron esperar, pero valió la pena porque Sus Majestades estrenaban carrozas nuevas, con mucho brillante y mucha luz. Especialmente espectacular fue la de Baltasar, en la que los pajes portaban medias lunas plateadas. Cerraban la comitiva una carroza llena de los regalos que luego se repartirían entre todos los niños del municipio y un vehículo en el que iban los «reyes del carbón», que armados con pico y pala y tiznados de negro iban recordando lo que les espera a aquellos que este año no han sido buenos. En total se lanzaron desde las carrozas 800 kilos de caramelos, que los niños y los no tan niños se apresuraban a recoger. La celebración se cerró con la entrega de regalos en la carpa, mientras en las tiendas contiguas algunos seguían haciendo las últimas compras.C. R.