La repatriciación de un uruguayo en Eivissa durante esta Navidades ha desatado el temor entre el colectivo de inmigrantes de la isla ante lo que creen que puede ser un incremento de las expulsiones de extranjeros una vez que ha finalizado el proceso de normalización extraordinario abierto durante 2005.

El caso concreto al que se refiere Yurramendi es el de un uruguayo, al que le habían pedido papeles en otra ocasión, que fue expulsado en un plazo de 36 horas. La presidenta de la Asociación Cultural se presentó en la Comisaría de Eivissa para interesarse por este caso, «pero como no era familiar no me dieron información»; llamó a la Dirección insular, pero no pudo contactar con el director insular, José Manuel Bar, ya que estaba ausente de la isla; al colegio de abogados, «que me dijeron que no se podía hacer nada porque era la segunda vez que le pedían los papeles y lo expulsaban»; y a la cónsul de Uruguay en Balears, Beatriz Tellechea, que se interesó por este asunto pero ya era tarde porque estaba de camino a su país de origen.

En estos últimos días se ha detectado que hay policías de paisano pidiendo documentación en la calle a los ciudadanos extranjeros. «Sabemos que piden papeles y si a una persona, que se encuentra en estancia ilegal, se le ha pedido los papeles no se demora mucho en expulsarlos», relató Alda Yurramendi, de la Asociación Cultural de Uruguayos, que ha expresado su malestar por la expulsión inmediata de un compatriota al que se le repatrió a Uruguay porque estaba ilegalmente en España. Yurramendi se queja de que no tuvo ni siquiera posibilidad de presentar un recurso.

«Nos interesaba saber cómo había sido el trato, pero no nos dieron información», se lamenta Alda Yurramendi, acerca de este caso. Asimismo, relata que contactó con una abogada «que me aseguró que cada día se producen detenciones y expulsiones»