El propietario del hotel Piscis Park, Xavier Cabau, ha solicitado en un escrito a la Conselleria insular de Ordenación del Territorio que paralice las obras de construcción de la estación de autobuses de Sant Antoni hasta que se compruebe que se adecua a las leyes del Suelo y el Ruido. Según advierte el empresario, al que se le han expropiado parte de sus terrenos para hacer esta infraestructura, la central de autocares conllevará unos niveles de contaminación ambiental y acústica muy elevados incumpliendo las exigencias que la Ley del Ruido marca para una zona urbana dedicada a la actividad hotelera.

Cabau aseguró que «ni la ordenación urbanística de Sant Antoni ni la ordenación del territorio insular mediante el correspondiente planeamiento han sido realizadas, en orden a la ubicación de la estación, teniendo en cuenta las finalidades, objetivos y requerimientos establecidos en la Ley del Ruido». Asimismo, aseguró que entre las actividades que se desarrollan en la zona «de característico descanso que es la hotelera y la instalación de una central de autocares existirá una incompatibilidad desde el punto de vista del uso del suelo y las consecuencias contaminantes». Todos estos argumentos se contemplan dentro de una de las dos denuncias que el empresario ha presentado ya ante la Fiscalía de Medio Ambiente. En la segunda, Cabau sostiene que las obras de construcción se han iniciado sin que haya «un dictamen vinculante por parte de la Autoridad Insular», trámite que, recuerda, es necesario en el caso de una actividad clasificada considerada molesta como es la instalación de una estación de autobuses. Además de Xavier Cabau, también el empresario Fernando Ferré, en representación del hotel Marco Polo y Mark, ha presentado una denuncia a la Fiscalía de Medio Ambiente de Palma de Mallorca con las mismas argumentaciones para pedir que no se construya la estación en la ubicación prevista.