El alcalde, que todavía va con muletas, en un momento de su discurso de felicitación de la navidad.

Un cóctel para dar las gracias a las asociaciones sirvió anoche para inaugurar las fiestas de navidad del Ayuntamiento de Eivissa. Muchos se vistieron de gala para la ocasión, sobre todo los concejales, tanto de un bando como de otro. Se vieron muchas corbatas en ellos y americanas en ellas. La más festiva fue la concejal de Fiestas, Sandra Mayans, que, con mucha puntilla y un adorno en forma de flor en el pelo, se llevó la palma. Otros optaron por un atuendo más informal, como Joan Rubio, de Medio Ambiente, que se dejó la corbata en el armario. Y es que valía la pena vestirse bien, porque el acto era lujoso y se celebraba en el Casino. En años anteriores se ofrecía un brindis a las asociaciones en el mismo consistorio, pero el ayuntamiento se ha quedado pequeño para acoger a todos los representantes culturales, vecinales, deportivos o de las APAS. El encargado de dar las gracias y felicitar la navidad a los diferentes colectivos fue el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, en su primer acto oficial tras la operación quirúrgica a la que se ha sometido. Tarrés bromeó con el tema, diciendo que «la salud del ayuntamiento es buena, aunque no tanto la de su alcalde» y en su discurso destacó la importante labor de las asociaciones, «que nos dan tirones de oreja para que mejoremos». En su parlamento, el primer edil resaltó varias de las actuaciones que está llevando a cabo el consistorio, como el incremento de la limpieza, cuyo presupuesto se ha duplicado, «aunque hay barrios a los que todavía no llegamos correctamente». El urbanismo fue otro de los puntales del discurso. «Es importante garantizar el acceso a una vivienda digna de todos los ciudadanos y cuando lo hacemos la gente se queja de que no quiere más hormigón, pero nosotros no podemos tirar a todas estas personas al mar, tenemos que ayudarles, nos guste o no». De esta forma justificaba el nuevo plan general que dará cabida en el municipio «a más de 90.000 personas». El alcalde se refirió también a la inauguración de Can Botino el año que viene, una rehabilitación que defiende porque «los proyectos tienen que ser polémicos para hacerse bien». Destacó también la remodelación Eivissa Centre, «pronto instalaremos una maqueta para que todos juzguen el proyecto» y las inversiones en deporte. No se olvidó de recordar que Eivissa es el municipio más pequeño de España con más de 5.000 habitantes, lo que dificulta su gestión. El acto terminó con un concierto de gospel de Black Voices.C. Roig