El presidente del Consell, Pere Palau, compareció ayer junto al presidente de los vecinos, Antoni Serra.

E. RODRÍGUEZ / B. ROSELLÓ

Palau reconoció que no se esperaba que hubiera esta fuerte oposición de los vecinos de Sant Mateu. Es más, apenas hace una semana, en la presentación de los presupuestos de la institución, el presidente afirmaba, en respuesta a una pregunta de este periódico, que no existía ningún proyecto que «no genere molestias» y que el interés general debía estar por encima del de «un grupo reducido de personas». Esa misma noche, Palau se reunió en Sant Mateu con un centenar de vecinos y, al parecer, allí se dio cuenta de que no era tan reducida la oposición al proyecto, presupuestado en un millón de euros.

Palau, que anunció la retirada del proyecto junto al presidente de la Asociación de Vecinos de Sant Mateu, Antoni Serra, agradeció «la colaboración» del propietario del terreno, puesto que éste se ha comprometido a no pedir ninguna indemnización por la retirada del proyecto. «Podría haberlo hecho», reconoció el presidente del Consell, quien puntualizó que existe «un compromiso de palabra».

El presidente del Consell tampoco quiso pasar por alto el hecho de que en el concurso abierto sólo se presentara la oferta del terreno de Sant Mateu y que por eso éste fue el elegido, con el visto bueno incluso del representante del Pacte en el consejo de administración de la empresa pública, que es el conseller Vicent Tur, y que ayer, en cambio, no asistió a la reunión en la que se decidió retirar el proyecto. «A algunos les gusta esconder la cabeza debajo del ala. Aquí nadie estaba en contra inicialmente de este proyecto», recordó el presidente, quien también quiso destacar que el equipo de gobierno contactó con los vecinos antes de iniciar la tramitación del expediente. Se da la circunstancia de que la portavoz del Pacte, Pilar Costa, pidió al equipo de gobierno, en el turno de ruegos y preguntas del pleno del lunes, la búsqueda de otro emplazamiento más adecuado.