C.ALCÀNTARA
Las Jornadas de Exclusión Social acabaron ayer con la conclusión de que es necesario un centro de baja exigencia en Eivissa dirigido a aquellas personas sin recursos que viven en la calle y necesitan cubrir sus necesidades básicas sin pedirles nada a cambio. En el encuentro, organizado por Cáritas, se acordó la convocatoria de una mesa de exclusión social el día 30.

Estas fueron algunas de las cuestiones que se plantearon en la mesa redonda sobre perspectivas de futuro en la que participó la directora de Cáritas, Esperanza Marí; el conseller insular de Benestar Social de Eivissa y Formentera, Vicent Serra, y los concejales del área de servicios sociales de los ayuntamientos de Eivissa, Santiago Pizarro; Sant Antoni, Lidia Prats; y de Sant Josep, Enrique Garcerán.

La directora de Cáritas dijo que los recursos existentes, comedor y centro de día, son insuficientes: «Hemos llegado a un punto en el que no damos abasto». Añadió que, a veces, «damos bocadillos porque no nos caben a todas las personas en el comedor», que tiene una capacidad de 20 plazas. Marí reivindicó «un lugar centralizado para dar estos servicios de una manera digna y adecuada» y pidió la convocatoria de una mesa de exclusión social para que instituciones y colectivos implicados aborden esta problemática.

Pizarro, en la misma línea que la directora de Cáritas, expuso la necesidad de un recurso «en el que puedan estar personas en unas condiciones dignas a cambio de nada». El concejal de Eivissa dijo que en el centro de acogida «se han limitado a las necesidades más urgentes y no es el sitio más adecuado para mandar a una familia».

Vicent Serra, por su parte, suscribió su apoyo a la mesa de la exclusión y reconoció que «faltan diferentes recursos» aunque señaló que los servicios hay que rentabilizarlos por lo que expuso la necesidad de cuantificar la demanda. «Eso es lo más importante y si el recurso que se va a llevar a cabo es rentable socialmente». Serra apoyó la idea de un centro ya que «hay una demanda en aumento».