Por otra parte, el presidente de la compañía naviera Baleària,
Adolfo Utor, calculó que la compañía dejará de transportar
diariamente 1.200 toneladas de productos perecederos, lo que supone
el 90 por ciento de los suministros de Eivissa, lo que significa
que si la huelga se prolonga mucho más «la isla podría tener
problemas de alimentos y medicinas».
Jorge Homar, director de tráfico de la compañía naviera Iscomar,
también confirmaba la problemática en la que se encuentran las
islas: «En los trailers que se encuentran en los puertos de
Barcelona se acumula desde cubas grandes de leche, pasando por
flores o alimentos», indicó, lo que obligó a descargar todos los
buques de mercancía hasta que se confirme la salida de los
mismos.
A esta situación de imposibilidad de recibir camiones de carga
se suma que las empresas de las islas no han previsto el
almacenamiento de material: «Ha cogido por sorpresa a todos y nadie
pensaba que esto fuera tan grave», destacaba Jorge Homar. Además,
la mayor parte de las empresas que se abastecen de fuera lo hacen a
diario debido «al gran número de conexiones que hay actualmente,
vía marítima, con cualquier puerto del Mediterráneo».
La Pimeef solicitó ayer la intervención del gobierno central y
autonómico «para asegurar los servicios mínimos» con el fin de
evitar el desabastecimiento de las islas y facilitar el tráfico de
los pasajeros: «La situación no es alarmante pero, en pocos días,
de continuar el bloqueo, sí que lo puede ser», apunta el comunicado
remitido por la patronal.
Esta también señala que, en caso de seguir la protesta,
«deberían tomarse las medidas necesarias para que los puertos
queden abiertos». Por último, la Pimeef apunta que a pesar de ser
la huelga un derecho «no debe acarrear que se tomen medidas
radicales como bloquear puertos».
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