«Es una situación de impotencia muy grande». Estas eran las palabras de la enfermera Inés Juan Mayans, de Formentera, que actualmente se encuentra en el departamento de Suchitepequez, en la costa atlántica de Guatemala, que esta semana está viviendo la tragedia de la tormenta tropical Stan.

«Las carreteras están cortadas y las comunicaciones se están restableciendo, pero por lo menos estamos bien», apuntó ayer a este periódico la joven enfermera desde Guatemala. Inés Juan se marchó a Guatemala el pasado 20 de septiembre y tiene previsto volver el 26 de octubre. Su estancia se debe a un viaje de voluntariado coordinado por el Stei-i con el proyecto denominado «Ensenyants solidaris», que está subvencionado por el Govern balear y el Fons Pitiús.

Con la joven formenterense, también se encuentra un agente de policía de Mallorca, Juan Miguel Gómez, y dos enfermeras más, también de Mallorca, Elena Márquez y Francisca Jofre. Estas últimas se encuentran aisladas en la comunidad La Bendición, aunque también han asegurado que están en buen estado y se prevé que se reencuentren con el resto de voluntarios la semana que viene, según indicó Inés Juan.

«Estos días nos estamos dedicando a evaluar la situación y ayudar a toda la gente que se encuentra acogida en albergues», indicó Inés Juan, que aseguró que reiteró la «impotencia» que se siente ante tanta tragedia: «No creo que vuelva a vivir una experiencia como esta nunca más», indicó la enfermera. Además, Juan Mayans señaló que a partir de ahora se espera lo peor: «Se prevé que ahora empiecen a salir todas las enfermedades por la falta de recursos, sobre todo por la escasez de agua».

El paso del huracán Stan por Guatemala ha dejado 508 muertos, según las últimas cifras oficiales proporcionadas por el embajador de España en Guatemala, Juan López Dóriga, que precisó que hay muchas zonas a las que los equipos de rescate no han podido llegar por el momento. Asimismo, son 600 los desaparecidos y 65 los heridos, según los últimos datos.