Jaume Matas presentó ayer un balance eufórico de la gestión de su Govern, se congratuló de haber recuperado el diálogo con la sociedad civil, cuantificó las mejoras económicas que se han registrado durante su mandato y dijo que la economía balear se colapsaría y no funcionaría sin la aportación de los inmigrantes. Durante más de una hora, el president del Govern protagonizó la primera jornada del debate de política autonómica. Hoy les tocará el turno a los portavoces de la oposición.

Además, Matas aseguró que su Ejecutivo ha retomado «la unidad de acción y la coordinación de funciones». «No hay consellerías-taifas, ni protagonismos personales, ni discursos contradictorios, ni rivalidades entre las diferentes áreas gubernamentales», aclaró.

Culminación de las políticas anunciadas y en marcha. Este fue el eje del discurso del president, no exento de algunas y tímidas críticas al Gobierno central y a la gestión del Govern del Pacte de Progrés. «Este es un Govern de gestión, entre otras razones porque gestionar bien es la obligación de cualquier gobierno», recalcó Matas. El president defendió que su gobierno ha recuperado «el diálogo y ha involucrado a la sociedad en los fines perseguidos por el Govern». «Esta complicidad entre los poderes públicos y la sociedad es un principio esencial para el Govern de las complejas sociedades modernas y plurales», dijo.

Al principio de su discurso, Matas elogió la capacidad de su Govern en recuperar la capacidad económica tras la herencia recibida. Para conseguir este objetivo, el president subrayó que su gabinete ha restaurado la confianza en los agentes económicos y sociales, además de actuar con energía en aquellos puntos neurálgicos de «una demanda turística que había iniciado un proceso de deserción de la destinación balear». Para Matas, el diálogo entre instituciones también se ha recuperado. «Nunca se había conseguido, como ahora, este clima de concordia y cooperación institucional», sentenció el president.

En cambio, Matas advirtió que no aprovecharía su discurso para atacar al Gobierno central «para no caer en la tentación fácil de hacer sangre en la herida contra el PSOE porque creo que es un recurso fácil».

Tras un breve preámbulo, Matas pasó a enumerar los logros de su Govern. En este sentido, el president destacó que el eje central de su política ha sido «el gran proyecto modernizador de Balears, que ha permitido recuperar atrasos históricos». «Yo no sé si la Cámara es consciente de la magnitud del proyecto y del carácter estructural de estas políticas», preguntó.

A la hora de referirse a las autopistas, Matas aprovechó su discurso para «salir al paso de todos los tópicos de los "profesionales del no"». «Las protestas se disuelven tan pronto como se inauguran las nuevas carreteras, que son utilizadas por entusiasmo y reiteración por los mismos que se oponían a su construcción», dijo Matas antes de enumerar todos los proyectos en marcha y de reclamar el cumplimiento del convenio de carreteras por parte del Ministerio de Fomento.

En transporte, Matas destacó las mejoras en los servicios marítimos interislas. El president criticó el incremento de las tarifas aéreas, pero valoró y agradeció el aumento del descuento para residentes.

Tras ensalzar su política de infraestructuras, Matas enumeró todos los índices económicos que confirman la recuperación de Balears, así como los datos que también ratifican la mejoría del sector turístico. «Recibimos una economía que estaba por los suelos», cuestionó Matas, quien fue también claro en materia turística. «El proceso de recuperación turística es, ahora mismo, incontestable», apuntó el president, quien reconoció el riesgo que supone el «todo incluido» para la economía.