La iniciativa antitabaco, a pesar de ser «una prevención , antes
que una prohibición», según el conseller Sanitat y Benestar Social,
Vicent Serra, está creando controversia entre clientes y
trabajadores del sector. Muchos opinan que «hay que hacer lo
posible por fumar menos», mientas otros creen que esta ley va a
tener repercusiones económicas negativas. No todos los
establecimientos tienen conocimiento de la entrada en vigor de la
ley y todavía esperan los papeles que digan cómo han de cumplir la
normativa. «En cuanto lleguen, la aplicaremos sin dudarlo»,
explicaban las camareras del Azul Bar, donde hoy se veía gente
fumando en el interior ya que ellas afirmaban «no tener ni idea de
que la ley ya fuese aplicable».
Algunos clientes fumadores también se han mostrado en favor de
la ley y dicen que España es uno de los países donde más se fuma y
que esto debe cambiar, como lo está haciendo en el resto de Europa:
«Hay que hacer lo posible por fumar menos», decía un fumador en el
interior de un restaurante. Otro cliente, por su parte, afirmaba
que gracias a esta ley se iba a pensar dejar de fumar en breve
.
A pesar de estas opiniones favorables son también muchos los que
están en contra. Las repercusiones económicas negativas y la
fidelidad de los clientes, que pueden cambiar sus hábitos con esta
ley, son los aspectos que más preocupan.
Según el vicepresidente de la asociación de bares, restaurantes
y cafeterías, Pedro Ortiz, el problema es desconocimiento la ley,
la cual ha resumido alegando que «los locales inferiores a 100
metros cuadrados deberán especificar en la puerta si se permite
fumar en el interior, mientras que los locales con una superficie
superior a los 100 metros cuadrados podrán habilitar una zona para
fumadores».
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