El Govern ha rechazado el 64 por ciento de las solicitudes de apertura de «grandes establecimientos comerciales» presentadas el año pasado y ya resueltas, según informa la Conselleria de Comerç, Indústria i Energia. El pequeño y mediano comercio considera no obstante que la «avalancha» de aperturas registrada en los últimos años en las Islas amenaza la viabilidad del comercio tradicional y solicitan al Govern que tome medidas restrictivas al respecto. La Ley de Comercio balear califica de «grandes establecimientos comerciales» a todos los comercios explotados por empresas con plantillas superiores a 250 trabajadores, que tengan un volumen de negocio anual superior a 40 millones de euros o un balance general por encima de 27 millones y, si se trata de sociedades mercantiles, estén participadas en un 25 por ciento o más por empresas que cuenten con alguna de las características anteriores».

Estos «grandes establecimientos comerciales» están obligados a solicitar licencia autonómica con carácter previo a la licencia municipal, la cual es resuelta por el Govern en función de los límites de superficie establecidos en la Ley de Comercio y después de escuchar a los consells insulars, patronales comerciales, sindicatos y asociaciones de consumidores dentro del Consell Assessor de Comerç. El presidente de la Federación de Empresarios de Comercio de Balears (Afedeco), Bartolomé Servera, considera que el comercio balear está «sobredimensionado» en todos sus subsectores. Afirma que la «avalancha» e aperturas de grandes empresas comerciales hace muy difícil la subsistencia del comercio clásico. «Si seguimos con el actual ritmo de crecimiento no podremos subsistir», afirma.

El secretario general adjunto de la Asociación del Pequeño y Mediano Comercio de Mallorca (Pimeco), Àngel Pujol, manifiesta que la patronal es contraria a la apertura de grandes comercios, sobre todo cuando se construyen fuera de núcleos urbanos, ya que afirman que siempre perjudican al comercio clásico y que en algunos casos actúan con vocación de sacar del mercado a las pequeñas y medianas empresas. Tanto Servera como Pujol afirman que la Conselleria de Comerç concede o rechaza las solicitudes de licencia en función de los límites establecidos por la Ley de Comercio.