La Direcció General de Pesca colabora con la Universidad de Sant Andrews (Reino Unido) y la Universidad Autónoma de Madrid en el estudio de la población de cachalotes que vive en el mar balear, muy castigada durante la pasada década por la pesca ilegal con redes de deriva.

El proyecto, financiado por la ONG británica One World Wildlife, se puso en marcha en 2003 y tendrá continuidad en 2005. Su objetivo es estimar la población de cachalotes en Balears y adquirir conocimientos sobre sus hábitats y sus problemáticas de conservación. Hasta ahora, en las campañas efectuadas se ha navegado durante 48 días, cubriendo 2.423 millas náuticas. En total, se han identificado 32 ejemplares diferentes y se han recogido 17 muestras de piel que dejan los cachalotes en la superficie del mar cuando se sumergen. Aunque todavía no se puede precisar la importancia del área balear para los cacahalotes, sí se ha detectado una cierta preferencia desde el sur y la costa este de Mallorca hasta la mitad este de Menorca. En principio, no se puede hablar de una «población balear» de cachalotes, aislada del resto.