El pasado mes de diciembre se presentó el proyecto de la estación de autobuses, que se ubicará en sa Colomina.

UGT y CC OO podrían cambiar su actual ubicación en Bartolomé Vicente Ramón por una nueva sede en el edificio que albergará la estación de autobuses de sa Colomina, que empezará a construirse mañana. Las negociaciones con el Ayuntamiento de Eivissa, «que comenzaron antes de Navidad», están muy avanzadas y van muy bien encaminadas, según aseguró a este periódico el secretario general de UGT en las Pitiüses, Diego Ruiz. El primer teniente de alcalde de Eivissa, Pedro Campillo, confirmó también que se está estudiando esta posibilidad.

Ruiz explicó que para hacer posible este traslado falta un trámite, un técnico del Ministerio de Trabajo, que es el propietario del espacio donde ahora están los sindicatos, «tiene que hacer una valoración» de la sede actual para «ver si en comparación con los que nos ofrezca el Consistorio es suficiente». «El Ministerio de Trabajo es quien tiene que llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento», explicó el secretario general de UGT.

Ruiz afirmó que en caso de que finalmente no se pudiera cerrar esta operación con la administración municipal, los sindicatos ya tienen decidido que negociarán «con algún privado una permuta» para poder trasladarse a una nueva ubicación que les permita disponer de más espacio y en mejores condiciones.

La primera piedra de la estación de autobuses de sa Colomina se colocará mañana al mediodía en un acto en el que estarán presentes Pedro Campillo, el gerente de la empresa Iniciatives Municipals de Vila (Imvisa), Emilio Pérez Echagüe, y representantes del Grupo Sagalés, al que se han adjudicado estos trabajos. Según explicó Campillo, las obras empezarán con la construcción del aparcamiento subterráneo sobre el que se levantará el edificio de la estación. Este parking tendrá una capacidad para aproximadamente 900 vehículos.

Los trabajos de la nueva infraestructura, con un plazo de ejecución de 18 años, tienen un coste de 24 millones que se sufragarán a través de una concesión de 40 años al Grupo Sagalés.