En su escrito de alegaciones al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Eivissa, el Colegio Oficial de Arquitectos recomienda que la central de autobuses, que se construirá en sa Colomina, se ubique finalmente en es Pratet, «más próxima y con mejores posibilidades de acceso peatonal hacia el centro urbano y el puerto». Critica, además, que esta infraestructura quede «relegada al sótano de unos edificios comerciales» y, en este sentido, apunta que el PGOU debería prever una estación «digna y con una dimensión suficiente».

El Colegio Oficial de Arquitectos considera que se ha perdido una oportunidad al no proyectar en el Sector 5 (zona del boulevar Abel Matutes) un aparcamiento subterráneo. «Este aparcamiento hubiera aliviado esta problemática considerablemente», sostiene el colectivo. El anterior gobierno municipal del PP fue quien propuso la construcción de este aparcamiento soterrado, pero luego el Pacte prefirió ubicar este tipo de infraestructuras en otras zonas de la ciudad.

«La junta de gobierno [del Colegio Oficial de Arquitectos] considera básico este punto cuya materialización debe suponer un edificio digno, accesible y bien comunicado peatonalmente con la ciudad», sugieren los arquitectos, que, precisamente, critican que la red peatonal prevista en el nuevo planeamiento urbanístico no prevea una conexión con la zona donde finalmente se ubicará la central de autobuses.

En todo caso, el Consistorio tiene previsto que se inicien las obras de construcción de la central y el complejo comercial el próximo 11 de abril. Los trabajos, con un plazo de ejecución de 18 meses, se iniciarán con la construcción del aparcamiento subterráneo, que tendrá capacidad para 700 vehículos.

Los arquitectos también son críticos con las previsiones de plazas de aparcamiento del nuevo planeamiento urbanístico. Advierten de que en el documento ha desaparecido toda referencia al número de plazas estimadas en el sistema de aparcamientos públicos y sólo se hace referencia a la superficie total del mismo. Así, estos profesionales han calculado que, con la misma ratio que se utilizaba en el documento anterior, de verano de 2003, (20 metros cuadrados por plaza, que, según los arquitectos, es «excesivamente ajustada»), de «las 9.470 plazas previstas anteriormente se ha pasado ahora a poco más de 2.000 plazas sin que medie explicación ni justificación alguna». Obviamente, el Colegio sostiene que este número de plazas es «insuficiente para atender las necesidades de la ciudad». Por ello, piden en su escrito de alegaciones una mayor previsión del número de aparcamientos disuasorios.