A la caza de la fortuna

No es un secreto que España es un país aficionado a la lotería. Pocos son los que no llevan una mínima participación para el sorteo de Navidad. Según la Organización Nacional de Loterías y Apuestas del Estado (ONLAE), el año pasado se vendieron en todo el territorio nacional décimos por un valor total de 2.261.194.660 euros. En Illes Balears, esta cifra alcanzó los 33.495.900 euros, lo que supuso un gasto medio por habitante de 42 euros, muy por debajo de los 133 euros de Lleida, la provincia con mayor gasto proporcional. Una cifra poco ilustrativa si pensamos que muchos de los décimos son vendidos en el periodo estival y, según los expendedores de Eivissa, a turistas: «En verano es cuando más se vende porque la gente que viene de viaje se lleva porque se lo ha encargado la familia o los amigos», explica Lina Suñer, dependienta de la administración número 2 de Eivissa. Así lo corrobora Vicente Ribas, de la administración situada en la avenida de Espanya: «La gente que está de vacaciones suele comprar mucho».
Las ventas este año parecen marchar a un buen ritmo, mejor aún que en años anteriores. A falta todavía del tirón previo a las dos últimas semanas y «en comparación con los otros años se ha vendido bastante más, quedan ya muy poquitos números», afirma Lina. Lo mismo dice Vicente: «Hemos tenido que pedir más porque todo lo habíamos vendido». Lo que varía según la administración es el modo de jugar los décimos. Vicente asegura que casi el 50% están destinados a hacer participaciones para clubs o asociaciones, algo que no comparte Lina: «Antes se vendía más para participaciones, pero ahora la gente prefiere jugar un décimo».
En cuanto a números, los jugadores ibicencos prefieren los terminados en 5, 7, 13 ó 69, hecho sin explicación aparente, al márgen de manías. Quizás si la tenga el número más pedido en la administración de Vicente, el 22104: «Son muchos los que ya han venido preguntando por él, pero no sé por qué», confiesa. ¿Será éste uno de los números agraciados?
Iván Muñoz