Arqueología didáctica en la Necrópolis

Los alumnos de 1º de ESO del Instituto de Enseñanza Secundaria Sa Colomina fueron los encargados de realizar los diferentes talleres por los que monitores del museo les guiaban: primero, y a cargo de la restauradora Helena Jiménez, los pequeños creaban sus propias reproducciones a partir de moldes de piezas originales del siglo V a.C.: «Es una pequeña terracota que hemos elegido porque tiene las características de todas las piezas púnicas, pero al mismo tiempo, es fácil de realizar porque no tiene ningún saliente y ningún adornito que nos pueda suponer un problema a la hora de hacer los moldes. Lo ideal sería hacerlo en barro pero como no tenemos tiempo, lo hacemos en escayola que es un material que tarda sólo diez minutos en secar», explicó Helena, quien se encargará del taller plástica durante todas las jornadas. Al mismo tiempo que un grupo se encargaba de estas manualidades, otro, guidado por la monitora didáctica Carmen Mezquida realizaba un tour por toda la necrópolis, llevaba a cabo una excavación simulada y comprendía las posibilidades de investigación que en el presente se pueden llevar a cabo a partir del estudio de los huesos. Según la restauradora, estas actividades responden a objetivos concretos: «Son para que vean un poco qué es lo que nos dejan los púnicos; para que entiendan que las tumbas no están solamente llenas de cerámica ni de objetos metálicos, y para que aprendan que, los mismos huesos que en épocas más antiguas se descartaban porque no daban ninguna información, hoy en día, teniendo en cuenta las nuevas técnicas científicas y otros muchos avances, nos otorgan muchísima información». Para comprender estas consignas, los niños se han sumergido en uno de los hipogeos (vacío de sarcófago) para realizar la excavación simulada encontrándose con la oportunidad de hallar huesos de plástico. Luciana Aversa