Los matanceros se brindaron de lleno al trabajo de despiezar la pieza aprovechando hasta la última costilla.

La tercera matanza que este fin de semana se celebra en el colegio público de Sant Joan vuelve a ser un evento en el que no faltan voluntades para colaborar ni paladares para saborear.
De esta forma, más de 30 padres de la Asociación de padres y alumnos del colegio se dieron cita ayer por la mañana en las instalaciones del centro educativo para llevar a cabo la matanza propiamente dicha y aprovechar al máximo todas las posibilidades que tres cerdos adquiridos para la ocasión brindan con sus 220 kilogramos de carne por cada uno.
La mañana dividió a las mujeres por un lado, que pelaban las patatas y preparaban el pollo para el caldo, y los hombres por el suyo, entregados a a la habilidad del sacrificio y el despiece: «Quedamos pocos que por cultura sabemos cortar el cerdo, del que se pueden hacer un montón de cosas», comentó Pepe Bella, un vecino de Sant Llorenç encargado de trocear las partes más sangrientas del animal para hacer la tradicional butifarra: «Saldrán aproximadamente 90 kilogramos, porque esta vez los cerdos son más pequeños», señaló.
La sobrasada es la otra especialidad que centraba esta mañana de cocina payesa así como también el arroz de matanzas y efrit de porc que hoy se servirán para 250 personas en el patio del colegio. Vicent y Xavi son los cuiners encargados estos platos que ya alimentaron a más de 280 personas en la pasada edición y que ayer se debatían calculando los kilos de arroz en función de la carne obtenida. Todo está listo y preparado para hoy y será a partir de las 14,00 horas cuando comience el popular arroz de matanzas para todo el que quiera asistir y colaborar con los objetivos que la asociación propone para una mejor educación de los niños, con una entrada de 15 euros para los adultos y de 6 para los niños de 6 a 12 años. También habrá espectáculos, sorteos y juegos para los más pequeños en esta gran fiesta de la localidad. L.A.