Mamen, Rossana, Albert y Xavi son cuatro profesores de Valencia que imparten clases en las Pitiüses. Foto: KIKE TABERNER

Comienza el curso escolar y con él la llegada de los profesores que desesperadamente se ponen a buscar un piso. Los carteles de «se alquilan piso para profesores » inundan los paneles de los institutos y colegios, las farolas y las ventanas de los bares. Los propietarios de pisos han visto en ellos una buena inversión para cubrir los meses de invierno y así rentavilizar durante todo el año, y no sólo durante la temporada estival, sus inversiones inmoviliarias. Pero si muchos de ellos alquilan, otros se decantan por la compra de pisos porque se ahorran el alquiler y almismo tiempo invierten en un inmueble ya que su estancia en Eivissa suele ser de larga duración. A la larga sale bastante más rentable comprar que alquilar.

Las salidas laborales con las que cuentan los estudiantes después de haber finalizado sus estudios no son del todo a la gueñas. Balears junto con Catalunya son dos de las pocas comunidades autónomas cuyo sistema de entrada en la bolsa de trabajo no exige haberte presentado y haber aprobado almenos una de las tres pruebas de oposiciones.

Por ello, Eivissa cuenta con una importante demanda de docentes que se cubre, principal y mayoritariamente, con profesorado de la Comunidad Valenciana. Es tal la 'invasión' que la bolsa está saturada y son muchos los que todavía están a la espera de recibir una llamada telefónica de la Conselleria de Educació de les Illes Balears.

Aprovechando que hoy , 5 de octubre, es el Día Mundial del Profesorado conozcamos cómo piensan, cuál es su papel dentro de la sociedad, las dificultades a las que diariamente se enfrentan, y cómo se sienten en la isla alguno de los profesores valencianos que residen en Eivissa. Albert, Mamen, Xavi y Rosanna se sienten como en casa.