Joan Marí , presidente de la Asociación deTaxistas del municipio de Eivissa, lleva cinco temporadas realizando viajes por las carreteras de Eivissa. Todas las críticas recibidas no le dejan impasible.

-¿Cuál es la mayor problemática del colectivo de los taxis?
-La falta de comunicación entre los diferentes colectivos. Nosotros estamos dispuestos a sentarnos, pero parece que las autoridades tienen miedo a hablar con nosotros y no sé porqué, tal vez porque son conscientes de que no están cumpliendo con muchas cosas que nos prometieron.

- ¿Existe alguna solución para frenar el negocio de los taxis piratas?
-Este año ha habido mucho transporte ilegal, se ha sido muy permisivo y no se ha frenado la acción ilegal. Esta permisibilidad no sé a que se debe, pero a lo mejor viene de la falta de comunicación entre el Consell Insular, la Guardia Civil y la Policía Local. De la reunión que se hizo, en la que se acordó un protocolo exhaustivo para hacer efectivas las denuncias con el fin de frenar la ilegalidad, se ha quedado en nada y no se ha llevado a cabo ninguna acción. Nosotros estamos hartos de denunciarlo, porque además de conocer ya quienes son, lo hacen delante de la policía. Las autoridades deben tener en cuenta que no vamos a permitir que la próxima temporada esto suceda, y no dejaremos que los taxis piratas vuelvan a funcionar porque nos hacen daño a nosotros y a la imagen general de la isla.

- ¿Cuál es el motivo por el que cree que no se hace nada?
- La Policía también sabe quienes son, al igual que nosotros, pero siempre aseguran que van cortos de efectivos, que no pueden hacer nada para detenerlos. Por otra parte, el trámite de las denuncias tarda mucho, se necesitan muchas pruebas, en definitiva, las cosas no se hacen bien, algo falla en el curso de las denuncias para frenar esta acción ilegal. El caso es que este verano han funcionado muchos piratillas sin ningún tipo de sanción. Pero que tengan en cuenta (refiriéndose a las autoridades) que la próxima temporada esto no pasará. Si el colectivo se tiene que movilizar, nos movilizaremos, pero no dejaremos que vuelva a ocurrir. Todo el mundo critica las colas que se forman en las paradas de taxis, pero nadie se queja de las aglomeraciones que se forman en la parada de autobús. Julio y agosto son dos meses caóticos para todos los sectores de Eivissa, pero las críticas sólo van dirigidas a nosotros.

- ¿Las licencias temporales serían una solución al caos que se forman durante los meses de mayor afluencia en Eivissa?
- No. Podrían aliviar un poco las colas que hay, pero no lograríamos que desaparecieran. Aunque concediéramos 50 licencias temporales, las colas serían iguales ya que otro de los problemas que tiene Eivissa es el caos circulatorio que se forma en los accesos a la ciudad. Por mucho taxi que haya, las entradas al municipio están colapsadas. Por otra parte, primero hay que evitar a los piratillas, y sin control de la policía no se puede evitar. Además, las colas siempre se forman a una determinada hora, cuando cientos de turistas deciden que deben coger un taxi para ir a las discotecas porque sino las reducciones ya no sirven, por lo que se agolpan todos en las paradas de taxis. Eso es inevitable.

-¿Qué opinión les merece tanto el Plan Discrecional de Transportes o el PTI y las reformas que se proponen para las carreteras?
-No tengo opinión porque nadie nos ha informado de nada. El colectivo de los taxis estamos discriminados, en el PTI no se nos tiene en cuenta. En el Plan Sectorial de Transportes sólo prestan atención a los autobuses, pero nosotros recibimos un trato diferente respecto a los autobuses. Los taxistas también realizamos un servicio público, sólo se acuerdan de nosotros para criticarnosy quejarse del servicio público. Lo mismo sucede con la reordenación del puerto de Eivissa. Autoritat Portuària nos comunicó que nos cambiarían la parada situada en la Estación Marítima de Formentera. Estamos a punto de finalizar la temporada y seguimos en el mismo sitio. También nos pusieron una parada dentro del puerto, pero es imposible que haya taxis porque a parte de que no nos facilitan los accesos, siempre está lleno de coches particulares y tardamos más de 45 minutos para entrar y volver a salir. Autoritat Portuària también nos prometió una parada en el dique de Botafoc, y por ahora, nadie ha visto nada.

-¿Cuál sería la solución?
- Crear una ley de taxis, que aún no la tenemos, y que todos los municipios hagan cumplir la normativa existente, que se remonta al 1979. La solución sería que hubiese más voluntad por parte de todos los colectivos, y más aún por parte de las autoridades para solucionar las cosas. Sin voluntad ni diálogo no hay solución. Si conseguimos reunirnos todos, habrá que poner todos los puntos sobre la mesa con el objetivo de intentar llegar a un consenso y a partir de ahí, intentar solucionar las múltiples necesidades.

-¿El servicio radio-taxi, no ayuda a aligerar el servicio de transporte y evitar así algunas colas?
- El servicio de teléfono ha recibido muchas quejas por parte de los usuarios. Pero es que además de ser radio-taxi, también cumple la función de oficina de turismo, de información o de objetos perdidos. En la centralita sólo tenemos a una persona, y como mucho a dos, y la mantenemos con nuestro dinero. El que quiera un servicio en todas las condiciones, que nos ayude poniendo más líneas y más personal, pero lo que no podemos hacer es invertir tanto dinero, porque sale de la asociación.

-Las tarifas que se cobraban en Eivissa siempre han sido motivo de quejas, ¿qué ha supuesto la incorporación del taxímetro?
-Es una maravilla, llevamos dos temporadas con el sistema y ha supuesto una mejora cualitativa bastante considerable. Ahora las quejas por las tarifas son mínimas y la implantación de la tarifa única es una gran comodidad. Actualmente, estamos pendiente de la revisión técnica de los taxímetros, y de recibir una subvención que nos prometieron y que aún estamos esperando. Esta es otra de las inversiones que también hemos pagado nosotros, sin que nadie nos ofrezca ninguna ayuda.

-¿Cómo ha funcionado la temporada?
- Hasta el mes de julio, hemos trabajado de forma tranquila, mientras que en julio y agosto el servicio se ha colapsado. A partir de septiembre vuelve otra vez la normalidad, y aunque seguimos trabajando bien, ahora nos da tiempo a hacer algún descanso en las paradas y seguir trabajando.