Para ello, la Universidad deValencia hizo un seguimiento al
equipo de Lance Armstrong, seis veces campeón del Tour de Francia.
En dicho seguimiento se comprobó que los corredores sufrían el
mayor agotamiento físico en la contrarreloj por equipos (70
kilómetros a un promedio de 60 km/h) y no en las etapas de montaña
como se presupone. Así, se administró un antioxidante (allopurinol)
a la mitad de los ciclistas del equipo mientras que el resto
recibía un placebo. Los resultados demostraron que sólo hace falta
la administración de suplementos de antioxidantes cuando el
ejercicio físico es continuado y agotador.
Según el estudio, los suplementos de antioxidantes son
aconsejables cuando el ejercicio es exhaustivo, en competición,
pero no entrenando porque evita adaptaciones útiles de los músculos
a las condiciones de entrenamiento.
El papel de los antioxidantes en la nutrición y la actividad
física fue el motivo de la mesa redonda, con traducción simultánea,
donde además se presentó un estudio que demostraba cómo afectaba la
ingesta de líquido durante el ejercicio físico entre
deportistas.
Ron J. Maughan, de la Escuela de Ciencias del Deporte y el
Ejercicio de la Universidad de Loughborugh, en Leicestershire
(Inglaterra), explicó que la ingesta de alimentos y líquidos
durante el deporte se justifica para reducir los efectos negativos
de la fatiga y mejorar el rendimiento. Además, dijo que el consumo
de líquidos es altamente recomendable a partir de los 40 minutos de
ejercicio para prolongar la actividad física.
La mesa redonda, moderada por Antoni Pons, contó también con las
intervenciones de los profesores Giussepe Poli, de Italia, y Maret
Traber, de USA .
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