El Govern ha exigido al Ministerio de Medio Ambiente que contrate la construcción de las cuatro nuevas desalinizadoras ya adjudicadas en Balears, mientras que el departamento que dirige Cristina Narbona ha ofrecido al Ejecutivo balear un convenio de encomienda de gestión para hacer sólo dos, entre ellas la de Santa Eulària.

El conseller de Medi Ambient del archipiélago, Jaume Font, dio a conocer ayer esta situación en una rueda de prensa en la que subrayó que las plantas de desalinización son imprescindibles para abastecer a los residentes y turistas de las islas sin explotar excesivamente los acuíferos subterráneos, lo cual constituye una política estratégica para el Govern. El anterior Gobierno había adjudicado la construcción de desaladoras en los municipios mallorquines de Alcúdia (presupuestada en 62 millones de euros), Andratx (52,6 millones), Santa Eulària (43 millones) y Ciutadella (41 millones), pero la actual Administración central ofrece sólo las de Santa Eulària y Alcúdia y pide que el Govern participe en su financiación. Font dijo estar convencido de que los responsables del Ministerio de Medio Ambiente coinciden con el Ejecutivo isleño en la necesidad y la urgencia de las nuevas estaciones en las Illes Balears, pero «tienen problemas económicos para poder cubrir todo el gran cambio del Plan Hidrológico Nacional» y las nuevas inversiones que se realizarán en la costa mediterránea.