Cada verano los visitantes de las Pitiüses son el foco de atención de medios de comunicación nacionales e internacionales que buscan dar a conocer qué ocurre, cómo veranean y de qué forma se divierten los rostros conocidos del deporte, el espectáculo, la moda, la música, las letras, las finanzas y la política que continúan eligiendo a Eivissa y Formentera como destino de descanso y ocio.
Muchos son los personajes que repiten su estancia en las islas mientras que otros, visitantes esporádicos, dejan detrás de su escala una estela de curiosidad pública. Esto fue lo que ocurrió cuando, el pasado mes de julio, el ex presidente de los Estados Unidos Bill Clinton, acompañado por su esposa Hillary y su hija Chelsea, pasó unas horas en las transparentes aguas de Formentera para reunirse con el gobernador Ryad, Abdul el Aziz, hermanastro del rey Fahd de Arabia Saudita. Su traslado en helicóptero desde el aeropuerto hasta el palacio flotante del gobernador árabe, el 'Lady Moura', fue el único momento en el que Eivissa pudo ser testigo de esta noticia. Más tarde, puertas adentro, el motivo de la reunión siguió el curso natural de dos hombres de la relevancia política y empresarial propias del invitado y su anfitrión.
El encuentro duró sólo unas horas, las suficientes como para quedar registrado como el evento más destacado de un verano marcado por la presencia en las islas de otras personalidades del mundo de la política.