El presidente del Consell, Pere Palau, calificó ayer de «gran noticia» el anuncio de la familia Matutes de donar a la máxima institución insular las fincas de su propiedad situadas en el parque natural de ses Salines, sa Cova Santa y sa Caleta, lo que supone casi 1'8 millones de metros cuadrados de terrenos de alto valor ecológico y paisajístico. Palau reiteró que se trata de «una cesión gratuita y sin ninguna contraprestación». Ahora hay que firmar un convenio de cesión, que, según Palau, será «transparente».

Esta cesión «hará tapar alguna boca» y, según dijo el presidente, pondrá fin «al culebrón del verano», en alusión a las acusaciones del Pacte sobre el presunto interés de la familia Matutes de desarrollar un proyecto urbanístico en sus terrenos de la Xanga, en el ámbito del parque natural de ses Salines. «El Pacte ha intentado influir en la opinión pública de que teníamos intención de cambiar la ley del parque para urbanizarlo. Éste nunca ha sido nuestro espíritu», recalcó el presidente, para añadir luego a renglón seguido: «Los ciudadanos son mayores de edad y saben quién realmente ha intentado engañarles».

Palau también significó que la donación altruista de la familia Matutes acallará cualquier sospecha sobre la construcción de un campo de golf en la zona de sa Cova Santa. Precisamente, el ex ministro Abel Matutes reconoció el viernes que en su día barajaron la posibilidad de ubicar un golf en el valle de esta zona, calificada ahora en el Plan Territorial Insular (PTI) como suelo rústico forestal.

El presidente puntualizó que «el regalo» de la familia Matutes «no es para el Consell ni para Palau, sino para los ciudadanos de Eivissa y Formentera»: «Tenemos la obligación de cuidarlo para que todo el mundo lo pueda disfrutar». Sobre el uso final de la donación, Palau indicó que todavía hay que discutirlo. Deja abierta, eso sí, la posibilidad de que en los terrenos de sa Cova Santa, de casi un millón de metros cuadrados de superficie, se pueda ubicar un coto de caza social, tal como recomendó Matutes.

Palau aseguró que la donación se hubiera dado igual aunque el Pacte no hubiera denunciado el supuesto interés de Matutes en urbanizar parte de ses Salines.

Informó, además, que en una segunda fase de la operación, el Consell intentará llegar a un acuerdo con la otra parte de la propiedad para pasar a ser el único propietario de los terrenos. Recordar que Matutes transmitirá al Consell todas sus acciones (50 por ciento) de la entidad Fomento del Turismo Ibicenco S.A., que es titular de los terrenos. Palau no descarta llegar incluso a un acuerdo de compra con la otra parte, aunque advierte de que «no quiere levantar expectativas». «El Consell quiere disponer de terrenos protegidos», justificó.

Por su parte, el conseller de Patrimoni, Joan Marí Tur, calificó a Matutes de «gran mecenas» y aseguró que no recuerda una «donación similar». Anunció la rehabilitación del poblado fenicio de sa Caleta y la limpieza y mejora de sa Torre de Sal Rossa, incluidos ambos en el «regalo» de Matutes.