El Pacte exige al equipo de gobierno del Consell que prohíba la ubicación de campos de golf en las zonas protegidas de la isla por su valor paisajístico, como el Pla de Corona o Aubarca, y las áreas forestales. El Plan Territorial Insular, tal como publicaba ayer este periódico, permite la construcción de estas instalaciones deportivas en las Àreas Rurales de Interés Paisajístico (ARIP) con la condición de que no tengan oferta complementaria y que reúnan los requisitos que establece la norma en relación a su impacto territorial. Por ello, el grupo progresista dio entrada el viernes en el Consell a una moción, que se debatirá en el próximo pleno ordinario de la institución, en la que reclama explícitamente que el PTI prohíba los campos de golf en áreas protegidas.

El Pacte alerta que la nueva norma territorial da vía libre a la construcción de campos de golf en más del 50 por ciento de la isla y, asimismo, recuerda que las zonas ARIP se ubican casi en su totalidad en la zona de es Amunts.

Los progresistas apuntan que la evaluación de impacto ambiental del PTI establece que «el espacio rural se utiliza como reserva de actividades urbana y que, por ello, se pierde paisaje, cultura y biodiversidad y se produce una transformación del suelo rústico por la penetración de actividades turísticas en lugares inadecuados». «¿Puede haber mayor cinismo entre lo que dice el documento y la normativa que después se aplica?», se pregunta el Pacte. Además, la coalición progresista recuerda que el propio PTI reconoce que la degradación de los recursos naturales se ha producido por el abandono de las actividades agrarias tradicionales, por lo que lamenta que en lugar de «arbitrar medidas para remediarlo, lo consolidan definitivamente condenando a la desaparición muchos lugares únicos».