El Consell Insular quiere evitar con el PTI que los hoteles se puedan transformar en apar-
tamentos de 30-40 metros cuadrados.

El Plan Territorial Insular (PTI) regula la reconversión de la planta hotelera obsoleta en viviendas de calidad con una superficie mínima construida de 180 metros cuadrados. No obstante, en el caso de que el establecimiento hotelero se encuentre en el casco urbano, la normativa limita a 120 metros cuadrados la superficie mínima de construcción de las viviendas.

El Consell ha fijado un límite amplio de superficie mínima para evitar que los hoteles obsoletos se conviertan en apartamentos de 30-40 metros cuadrados y se amplíe de esta manera la oferta ilegal. En este sentido, la Federación Empresarial Hotelera valora esta medida, aunque puntualiza que en Eivissa tendrá muy poca incidencia, y que será nula en Formentera. «Nos parece correcto el enfoque, pero no va a ser un fenómeno intenso», indicó a este periódico el presidente de los hoteleros, Pedro Matutes. En Mallorca, según Pedro Matutes, sí hay muchas más posibilidades de que prospere esta iniciativa, también prevista por la administración local.

La norma incluida en el Plan Territorial es de carácter voluntario y, según Matutes, afectará a aquellos establecimientos hoteleros que hayan perdido cuota de mercado. «Es una posibilidad para aquellos hoteles que no sean rentables, pero su incidencia será más reducida en tanto que se pone coto a la oferta ilegal», recalca. Recuerda, además, que la reconversión de hoteles se basaba hasta ahora en esta práctica. «Hay que cortarlo», subraya.

A quién no le gusta esta medida es a los sindicatos, que entienden que la reconversión de la oferta hotelera obsoleta en viviendas puede suponer la pérdida de puestos de trabajo en el sector. Por ello, son más partidarios de la remodelación de las instalaciones turísticas con el objeto de para alargar la temporada.

En líneas generales, y en lo que al sector turístico se refiere, Matutes valora el Plan Territorial aprobado recientemente. Valora sobre todo el límite de crecimiento anual del uno por ciento que marca la norma. «De entrada es muy positivo, luego habrá que ver si es suficiente», dice. En este sentido, recuerda que en Eivissa hay muchas viviendas desocupadas, por lo que, según él, «no es necesario crecer mucho más».