La última misa que el obispo Agustín Cortés oficia en honor a Santa María dentro de la festividad más grande de Eivissa comenzó pasadas las 19'30 horas con una ceremonia religiosa que congregó decenas de fieles en la la Catedral.
Las autoridades más destacadas del panorama político pitiuso también se dieron cita en el templo y entre ellos se encontraban el presidente del Consell Insular, Pere Palau, y el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, junto a consellers y políticos que se acercaron desde otras parroquias de la isla.
La homilía del obispo que prosiguió a la lectura del evangelio, estuvo todo el tiempo acompañada por las voces del 'Cor i Banda Ciutat d'Eivissa; en ella, Agustín Cortés hizo referencia a la santa como una «heroína de nobleza» e invitó al pueblo de Eivissa y Formentera a imitar su «libertad de capacidad para escuchar y actitud de acogida y de servicio».

Una vez concluido el sermón, tuvo lugar la ofrenda floral a la Virgen en la que varias decenas de ramos fueron entregados al obispo por los fieles allí presentes y entre las que se encontraba el ramo principal otorgado por la Asociación de Vecinos y Comerciantes de Sa Capelleta. La variedad de flores de esta gran ofrenda incluía lírios, gladiolos y rosas y fue entregada sobre una sivera, que corresponde al antiguo medio que utilizaban los payeses para transportar las piedras y que está formada por un tablón y dos maderas que la sujetan por cada uno de sus lados.
El calor jugó una mala pasada a una mujer de avanzada edad que en el momento de entregar sus flores al obispo se desvaneció y tuvo que ser atendida por los presentes con un poco de agua fresca y algo de aire gracias al servicio de los abanicos.

Secundado por la gran imagen que la Catedral alberga de Santa Maria y del niño Jesús en sus brazos, el obispo dio por concluida la ceremonia que honra a Santa Maria, patrona de la Marina ibicenca, que contó con visitantes que llegaron desde la península para celebrar esta fiesta. Éste fue el caso de una madre llamada Maruja Avellaneda y su hija Fina Bernal, que después de vivir 20 años en la isla retornaron hace nueve a su Murcia natal y este verano eligieron volver a Eivissa de vacaciones coincidiendo con el calendario de las Festes de la Terra. Luciana Aversa