Sa Colla de Vila fue el preámbulo de la ceremonia religiosa. Fotos: ARGUIÑE ESCANDÓN

Minutos antes de que diera comienzo la ceremonia religiosa en honor a Santa María, Sa Colla de Vila hizo una demostración de ball pagès que no dejó indiferentes a los turistas que junto a los devotos y a las autoridades se dieron cita en la plaza de la Catedral.

Cantidad de cámaras de vídeo y de fotografía buscaban un hueco a manos de sus dueños para registrar la tradicional danza pitiusa mientras los integrantes de la colla hacían gala de sus habilidades y de su música. Así, mientras un gran círculo de personas se cerraba en torno al espectáculo, los coches oficiales iban llegando hasta el punto más alto de Dalt Vila transportando a las autoridades. Éste también fue el caso del alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, que alcanzó el espectáculo una vez que había comenzado.

Seis parejas presentaron su ball pagès ante un curioso y expectante público y, una vez terminado, fueron el estandarte que guio a fieles, políticos y banderas de todas las parroquias de la isla hacia en interior de la Catedral.

A diferencia del pasado año en el que Sa Colla de Sa Bodega había protagonizado estas fiestas, fue Sa Colla de Vila quien presentó su arte en esta celebración en honor a Santa María debido a que, aunque era el turno de Sa Bodega, diversos motivos provocaron un cambio de colla a último momento.

El espectáculo dio comienzo minutos después de las 19,00 horas dando por inaugurada la tradicional fiesta de la patrona de la marina ibicenca. L.A.