El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no
desconecta durante las vacaciones. En el transcurso de una amena,
larga y distendida charla informal con los periodistas, desveló que
Pasqual Maragall le ha invitado a pescar el atún rojo en aguas de
Menorca; que se reunirá con el presidente del Govern balear, Jaume
Matas, al que invitará a tomar un café; que le encanta escuchar la
radio y ve poca televisión; y que no le entusiasma la idea de crear
una residencia para jefes de Estado en Menorca.
Acompañado por su esposa, Sonsoles Espinosa, explicó los regalos
que recibió el miércoles, con motivo de su onomástica: unas
tarjetas impresas en ordenador con dedicatorias de sus hijas y una
maleta y unas playeras, obsequio de su mujer, que estrenó ayer en
un paseo por el puerto de Maó, que despertó gran expectación.
A ZP y Sonsoles les gusta la finca Santa Bárbara, donde estarán
alojados durante su estancia en Menorca y que, a pesar de estar muy
cerca del aeropuerto, no presenta problemas de ruido.
El peor ruido, según confesó Zapatero, es el del teléfono -tanto
el como el móvil-, en su mayoría llamadas de ministros, que no
respetaron la primera jornada de vacaciones del jefe del Gobierno
en Menorca. Rodríguez Zapatero tiene intención de aprovechar las
próximas semanas para disfrutar de siestas que no van más allá de
media hora y que compensan que esté despierto a primera hora. El
miércoles fue a la cama a las cama a las doce y ayer se levantó a
las seis de la mañana. Josep Pons Fraga
Fotos: Tolo Mercadal
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