Devotos

«La idea es hacer escritos para normalizar un poco la situación y encontrar el camino a la legalización», explicó Moss, que para este invierno tiene programado «comenzar con un plan serio que tiene como idea básica organizar conferencias acerca del pensamiento del cannabis con eventos internacionales y charlas de ponentes que vengan a la isla a hablar desde la medicina, el tratamiento industrial y también desde el otro lado como puede ser alguien que exponga desde el plan nacional sobre drogas».

Las razones por las que intentan llevar para adelante este proyecto «son muchas» y, según Moss, no sólo incluye los aspectos beneficiosos del cannabis «desde el punto de vista terapéutico e industrial. También tiene que ver con lo lúdico, como cuestión personal, y de tener la capacidad de elegir».

Basándose en la gran cantidad de bibliografía y estudios que existen en torno al tema, este pionero aseguró también que la prohibición del cannabis que tuvo lugar en 1937, primero en Estados Unidos y después en Francia contagiando más tarde a toda Europa, «ha sido injusta porque se trata de una planta muy útil. Estados Unidos realizó una campaña de presión muy grande en todo el continente europeo para que se sumaran a la ilegalización del cannabis y todo por la llegada del nylon al mercado textil», y agregó que «antes de que apareciera el nuevo material, la fibra de cáñamo se utilizaba tanto para confeccionar la ropa del ejército como de los agricultores», concluyó.

Razones de más, justificaciones de menos, lo cierto es que muchos de los que pasaron ayer por el emblemático paseo se sumaron sellando con su firma y número de identificación a un manifiesto que entre otras peticiones rezaba: «No tiene sentido la persecución a la que está sometida esta planta , sus cultivadores y sus usuarios. Por eso exigimos como primer paso la despenalización de la tenencia del cultivo para autoconsumo, para acto seguido, legalizarla».

Hoy por la tarde, a partir de las 20,00 horas, la recogida de firmas continuará en el bar Kumharas de Sant Antoni en una fiesta en la que se podrá degustar cerveza cannábica. El destino de las firmas es nada menos que el Parlamento Europeo «para que formen parte de las próximas votaciones en cuanto al tema». Moss recordó también que dos años antes de su prohibición en el mundo occidental «Ford había diseñado un coche indestructible a partir de la fibra de cáñamo». Los argumentos surgían continuamente desde el impulsor de este proyecto, quien asegura no ganar nada que no sea «libertad personal, porque esto no es de drogadictos tirados sino de gente que funciona con la cabeza», concluyó.

La fiesta de esta noche cuenta con sponsors que repartirán regalos entre los presentes. L.A.