El barco está en perfecto estado de conservación y era propiedad
de una empresa extranjera, que navegaba con bandera británica y
realizaba cruceros por Balears. Cuanto fue botado llevó el nombre
de «Preciosísima Sangre de nuestro señor Jesucristo» y sus últimos
propietarios españoles fueron ibicencos, que se desprendieron de él
cuando acabó su vida comercial, en 1978, a la que se había dado
desde su primera navegación.
Tras los ibicencos fue propiedad de un holandés y,
posteriormente, de un suizo, que lo restauró y cuidó para conservar
su esencia, que lo hacen único por su peculiar estilo.
En diferentes ocasiones fue ofrecida al Consell de Mallorca sin
que la institución se interesase por la compra. Ahora, la
adquisición se ha realizado por menos de 480.000 euros, precio
inicial por el que fue ofrecido al CIM.
El empresario Antonio Lorente, nuevo propietario de la
embarcación, todavía no se explica que las autoridades insulares
hayan dejado perder lo que él califica de «oportunidad de oro».
Según afirmó, el «Isla Ebusitana» es una auténtica «joya histórica.
No entiendo de ninguna de las maneras como han permitido que
abandonase las Islas. El barco fue restaurado con mucho cuidado
hace tiempo y funciona perfectamente, todavía tiene una vida
larga... Con sus casi 150 años de historia activa de navegación,
representa una muestra viva de la larga tradición marítima de
España», aseguró. En estos momentos, Lorente está devolviendo al
pailebote su color blanco original -estaba pintado de verde- y
tramitando el cambio de bandera.
A partir de septiembre entrará en funcionamiento. En este caso,
será en San Pedro del Pinatar, como crucero chárter y también para
actividades sociales y acontecimientos solidarios. Hará rutas por
el Mar Menor y también visitará Formentera. El año que viene
probablemente retornará a las Islas para participar en la regata
Conde de Barcelona.
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