El pleno del Ayuntamiento de Sant Joan aprobó ayer de forma inicial el plan en el que se delimita el suelo urbano «real» del municipio. Con este documento, según explicó el alcalde, Antoni Marí, se «ha querido dar forma legal a las intenciones que habían manifestado administraciones municipales anteriores que ya en 1990 hicieron unas delimitaciones de suelo urbano, que fueron declaradas nulas por los tribunales por no ajustarse a las leyes actuales».

En el texto actual se hace «una radiografía de los núcleos de población del municipio para recoger todos aquellos terrenos que son urbanos o bien por su consolidación (por su elevado porcentaje de edificación) o bien por servicios», explicó Marí. El primer edil quiso remarcar que con este documento «no se abre ni se cierra el grifo de las licencias, sólo se recoge el perímetro urbano del municipio». El plan, tras su publicación, se expondrá al público un mes para presentar alegaciones.

«El paso siguiente -señaló- será tener unas normas subsidiarias para regular el crecimiento o modelo urbanístico de Sant Joan». Con este objetivo ayer el pleno aprobó por unanimidad iniciar los trámites para redactar estas normas. «La voluntad del equipo de gobierno es que este municipio no se quede estancado urbanísticamente ya que creemos que Sant Joan tiene derecho a crecer, eso sí este crecimiento debe ser moderado». Asimismo, el primer edil recalcó que la intención del ejecutivo local es que «el crecimiento que haya sea para todos y especialmente para aquellos que en algún momento han estado incluidos en alguna delimitación de suelo». Marí lanzó un mensaje de tranquilidad «a todos aquellos que durante años han sufrido restricciones y no han podido sacar su proyectos adelante porque la voluntad del Ayuntamiento es que esta tarta, que llamamos área urbana, sea para todos».

El primer edil insistió también en que las normas subsidiarias, «sometiéndose siempre a la legislación urbanística vigente», fijen parámetros para que todo lo que se construya en suelo rústico respete el estilo tradicional arquitectónico ibicenco. «El Consistorio quiere que las casas que se hagan conserven la arquitectura típica de aquí y no pretende tampoco que se construya en las cimas de las montañas», añadió.

El alcalde explicó que ya se han iniciado contactos con técnicos y recogido información para elaborar estas normas, que la administración confía en tener redactadas y aprobadas para el próximo verano.