El emisario de ses Figueretes volvió ayer a verter aguas fecales al
mar mientras se estaban realizando las tareas de reparación de
emergencia de esta conducción proyectadas para evitar incidentes
como los que obligaron en la primeras semana de julio a cerrar la
playa a los bañistas. Unos orificios laterales en la tubería vieja
del emisario, que se está alargando hasta los 200 metros, fueron el
origen del vertido que fue de mucha menor entidad que los
anteriores, según explicaron fuentes del Ayuntamiento de Eivissa.
En esta ocasión, se consideró que no era necesario cerrar la
playa.
Tan pronto como el Consistorio tuvo conocimiento del incidente,
operarios de Cespa se desplazaron a la zona junto a una embarcación
de la Conselleria balear de Medi Ambient para limpiar la zona.
Asimismo, la Conselleria balear de Salut i Consum tomó muestras del
agua, prosiguiendo así con los análisis que viene realizando en las
últimas semanas.
Precisamente ayer la administración municipal dio a conocer los
resultados del informe realizado para determinar las causas de los
vertidos que se produjeron a principios de este mes. En este
documento se confirma como causa más probable de estos incidentes
la avería que se produjo el 29 de junio en las bombas de impulsión
de la red de alcantarillado que provocó un vertido por el emisario
de la zona al mar. «Como esta conducción está rota justo a tres
metros del litoral parece que ésta podría ser la causa de la
aparición de material residual y suciedad en el agua y en la
playa», señala este documento. Asimismo, el texto explica que la
empresa que llevó a cabo buceos de control en la zona «no detectó
ningún emisario o salida ilegal ni muestras en agua de un posible
vertido de aguas fecales». «En el emisario de la red de saneamiento
se encontró el agua más turbia con una disminución de la
visibilidad que podría estar causada por la avería del día 29»,
apunta.
La corporación recordó que desde la concejalía de Medio Ambiente
se está realizando una labor de vigilancia y control diarios,
además de los análisis que está llevando a cabo Sanitat, y que
hasta ahora han confirmado que el agua está en perfectas
condiciones para el baño.
Por otra parte, para evitar nuevos incidentes, desde hace unos
días una empresa contratada por el Ayuntamiento está realizando la
reparación de urgencia del emisario, que tiene un coste aproximado
de 18.000 euros. Después de que termine la temporada estival está
previsto prolongar y soterrar esta conducción.
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