En la jornada de ayer se volvieron a tomar muestras del agua
para confirmar los resultados positivos y está previsto hacer un
seguimiento para comprobar el buen estado de la playa.
Las embarcaciones de limpieza de la conselleria balear de Medi
Ambient ya no trabajaron ayer y únicamente a primera hora de la
mañana un equipo de la empresa Cespa se acercó a la zona para
recoger los últimos residuos que podían quedar del vertido.
La empresa de buceo que la administración municipal contrató
para localizar la procedencia de los residuos fecales que
aparecieron en el agua estuvo trabajando también ayer unas horas,
aunque todavía no se ha aclarado el origen del problema, según
aseguró Rubio, apuntando a la posibilidad de que mañana se llegue a
una conclusión sobre las causas de este incidente. La primera
hipótesis, que todavía no está confirmada, es que los vertidos
tuvieran su origen en la avería que se produjo el pasado martes en
la estación de bombeo de la zona y que habría provocado que una
cantidad no determinada de aguas fecales fuera a parar a través del
aliviadero al mar. A la espera de comprobar si podrían existir
otras causas, está previsto que esta semana se repare el emisario,
que en un futuro se pretende sustituir por otro nuevo, según
confirmó el concejal de Medio Ambiente. De todas formas, Rubio
señaló que la procedencia de la mayor parte de los vertidos que
recogieron las embarcaciones de Medi Ambient han hecho pensar que
la causa del vertido no puede ser sólo la avería de la estación de
bombeo.
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