Cerca de unas 200 personas se manifestaron ayer en Santa Eulària
para protestar por la puesta en marcha de las zonas azules. «Ha
sido una pequeña imposición, no ha habido un aviso de ningún tipo y
no han contado con la opinión del pueblo», aseguraba indignado uno
de los manifestantes durante la marcha de la comitiva, que partió
del instituto Xarc con apenas un centenar de personas pero que fue
sumando gente a lo largo de su recorrido.
El sonido de los silbatos y las cacerolas ambientaron la
protesta que transcurrió por el centro de la ciudad entre gritos de
«no a las zonas azules». Los manifestantes enarbolaron cuatro
pancartas con lemas como el de 'No pasarán. Las calles son del
pueblo y no de cuatro caciques' o 'Dicen que es una propuesta de
los comerciantes, mentira'.
«Las zonas azules incumplen la normativa que establece que por
cada 33 plazas de aparcamiento tiene que haber una para personas
discapacitadas», señaló uno de los manifestantes al llegar la
comitiva frente a la casa del alcalde después de hacer un recorrido
de casi una hora. Las voces se alzaron aún más alto al llegar a
este punto coreando al unísono «da la cara». Sin embargo, a pesar
de la espera de más de diez minutos, el primer edil no se asomó
para responder a las protestas de la comitiva, en la que se
pudieron ver caras conocidas como la del portavoz del grupo
municipal progresista de Santa Eulària, Carlos Salinas.
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