La Nit de Sant Joan de la Mola congregó, desde primeras horas de la tarde, a una nutrida presencia de residentes y turistas que no se perdieron ninguna de las múltiples actividades que se desarrollaran durante más de doce horas y entre las que descollaron el tradicional fogueró a media noche y la actuación de Ilegales con su rock urbano y sin concesiones. El conjunto asturiano con una larga trayectoria a sus espaldas tocaron por primera vez en Formentera, isla que su líder, Jorge Martínez, confesó no conocer hasta ese mismo día y de la que con su peculiar sentido del humor dijo que siendo tan pequeña y bonita, la doblaría y se la llevaría de recuerdo.

La jornada dio inicio a las cuatro de la tarde con el mercadillo artesanal que estuvo, durante toda la jornada, de bote en bote y en el que se sucedieron diversas actuaciones musicales, bailes y juegos malabares.No por breve fue menos espectacular la exhibición ecuestre al más puro estilo menorquín con claras reminiscencias del jaleo que se celebra en tal fecha en Ciutadella.

El ball pagés que nunca falta en cualquier fiesta de Formentera coincidió con el inicio de la gran parrillada popular de la que se sirvieron cientos y cientos de raciones que el público degustó mientras se desarrollaba una corta representación teatral. A partir de ahí Los Mantas subieron al escenario e hicieron bailar a la parroquia que conoce muy bien sus temas pues son un conjunto que se prodiga especialmente en verano. Tras unos toques folklóricos con instrumentos típicos, se pasó a la gran hoguera coronada por un espantapájaros en bicicleta; las llamas iluminaron la noche mientras la gente tiraba a la pira papeles con sus deseos que, convertidos en ceniza, volaban hacia lo alto. A continuación subieron al escenario Ilegales la actuación estelar de la noche que contagió con sus ritmos a un personal con muchas ganas de pasarlo bien y que tras la actuación de los ovetenses, pudo seguir de marcha con un ataque masivo de los DJ s más conocidos de la isla.

Guillermo Romaní