La unión de Baleària y Umafisa (la primera compró el 100 por ciento de la segunda en 2003) supone que ambas controlan en la actualidad el 39'22 por ciento del tráfico de pasajeros entre la Península y Balears; el 68'63 por ciento del tráfico entre la península y Eivissa y el 80 por ciento (cantidad aproximada) del tráfico entre Eivissa y Formentera, según un reciente informe de Transmarket, en su guía portuaria y logística con datos de las propias compañías y de la Autoritat Portuària. En mercancías, la fusión de Baleària y Umafisa ha supuesto el control del 100 por ciento del mercado entre Eivissa y Formentera; el 44'98 por ciento del tráfico entre la Península y Eivissa y el 10'29 por ciento de los trayectos entre la península y Balears.

Según los datos del informe de Transmarket, Baleària obtuvo en 2003 unas ventas de 60 millones de euros, un 36'4 por ciento por encima de los 44 millones de euros que facturó en 2002. Sobre Umafisa, los últimos datos que maneja este informe corresponden al ejercicio de 2002, en el que facturó 30'5 millones de euros, un 8'9 por ciento por encima del ejercicio de 2001. Esto significa que juntas podrían facturar más de 90 millones anuales. El pastel de mercancías y pasajeros también lo disfrutan otras navieras. En pasajeros de Balears a la península la «Tras» cuenta con el 54'4 por ciento, más que Baleària; mientras que Iscomar mueve el 6'2%. Entre la península y Eivissa la «Tras» acapara el 24'75 por ciento e Iscomar el 10'62 por ciento. En lo que se refiere a mercancías, la «Tras» es líder en la línea península-Balears, con un 36'32%. También opera Iscomar, con un 20'9 y otras navieras. La «Tras» mueve un 30'36% de mercancías de la península a Eivissa e Iscomar un 15'47 por ciento.

A pesar de que el Tribunal de Defensa de la Competencia dictaminó el 15 de abril del año pasado que «no hay razones para oponerse a la concentración de Umafisa y Baleària», matizó que, en el caso del transporte de mercancías entre Eivissa y Formentera, donde controlan el 100 por ciento del mercado, debe «adoptarse alguna medida estructural que evite el monopolio de hecho resultante o, en su defecto, se establezcan reglas de comportamiento de garanticen el mantenimiento de las condiciones de prestación del servicio en esa línea antes de la operación de concentración», un argumento bastante etéreo que no convence a los empresarios de Formentera. Recientemente el presidente de la Asociación de Constructores de Eiivssa, Juan Roig, señaló que la falta de competencia encarece el transporte de material a la isla vecina.